
Las 17 cascadas más bonitas de Huesca
Huesca, tierra de montañas, ríos y paisajes que parecen sacados de una postal, es también hogar de algunas de las cascadas más bonitas de España. Desde los rincones escondidos del Pirineo hasta saltos de agua de fácil acceso, esta provincia aragonesa ofrece un espectáculo natural que deja sin aliento a quienes se aventuran a descubrirlo.
Explorar las cascadas más bonitas de Huesca es adentrarse en un mundo donde el agua esculpe la roca y crea paisajes únicos. Una de ellas es la imponente Cascada Cola de Caballo, ubicada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, célebre por su elegante forma en abanico y el sobrecogedor paisaje que la rodea. Pero no es la única: la provincia también cuenta con joyas como la Cascada del Cinca, un torrente espectacular situado bajo las laderas del Monte Perdido; la Cascada de Sorrosal, en Broto, que sorprende por su fácil acceso y la belleza del entorno; y la Cascada del Confesionario, un rincón menos conocido pero de gran encanto natural.

Para quienes buscan aventuras inolvidables, las rutas hacia estas cascadas no solo ofrecen vistas impresionantes, sino también senderos aptos para todos los niveles. Algunas exigen una caminata exigente, mientras que otras permiten disfrutar del espectáculo con solo un pequeño paseo. Sea cual sea el nivel de esfuerzo, todas tienen algo en común: el asombro que provocan al encontrarlas.
Contenido
- 1 Cascadas más espectaculares de Huesca
- 1.1 Cascada del Cinca
- 1.2 Cascada del Confesionario
- 1.3 Cascada del Chorro
- 1.4 Cascada de Orós Bajo
- 1.5 Cola de Caballo
- 1.6 Cascada del Sorrosal
- 1.7 Cascada de La Larri
- 1.8 Churros de La Grota
- 1.9 Cascada de Ardonés
- 1.10 Cascada de Escuaín
- 1.11 Cascada del Aiguallut
- 1.12 Cascada de la Espigantosa
- 1.13 Saldo de Escarrilla
- 1.14 Cascadas Gorgas del Alba
- 1.15 Cascada de Otal
- 1.16 Cascada del Pi
- 1.17 Salto de Carpin
- 2 Puede ser interesante
Si quieres descubrir las cascadas más bonitas de Huesca, prepárate para conectar con la naturaleza, respirar aire puro y, por supuesto, sacar las mejores fotos para recordar esta experiencia única.
Cascadas más espectaculares de Huesca
Cascada del Cinca

La Cascada del Cinca, también conocida como Es Churros de Marmorés, es una de las más espectaculares de España. Se encuentra en el impresionante Valle de Pineta, dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Es un lugar que no solo te deja sin palabras por su belleza, sino también por la paz que transmite.
La primera vez que vi esta cascada me quedé boquiabierto. Con una caída principal de unos 110 metros y un desnivel total de 600 metros, el espectáculo es impresionante. El agua proviene del glaciar de Marboré, situado en lo alto del Monte Perdido. Lo mejor es que el acceso no es demasiado complicado: el punto de partida es el aparcamiento del Valle de Pineta, a 1.279 metros de altitud. Desde allí, empieza una caminata de unos 7 km (ida y vuelta), con un desnivel de 500 metros.
El camino, conocido como el Camino de Marboré, es una maravilla por sí solo. Me encantó atravesar bosques de hayas y abedules, disfrutar del frescor que ofrecen y, poco a poco, ver cómo el paisaje se abría para disfrutar de las vistas del circo de Pineta. Recuerdo que tras una caminata de aproximadamente 2 horas, llegamos a los 1.690 metros de altitud, donde la cascada se despliega ante ti con todo su esplendor.
El estruendo del agua al caer y la bruma que se forma al impactar en las rocas crean una atmósfera mágica. Este lugar invita a desconectar y a sentir el poder de la naturaleza. Me quedé un buen rato contemplando la cascada, simplemente disfrutando del momento.
Si te animas a continuar un poco más, puedes seguir hacia los Llanos de La Larri, una pradera alpina salpicada de pequeñas cascadas y rodeada de picos imponentes. Vale la pena añadir esos kilómetros extra, ya que los paisajes de ensueño.
Más información: Cascadas del Cinca y Llanos de La Larri, ruta por el Valle de Pineta
Cascada del Confesionario

Ubicada en la comarca de Sobrarbe, cerca del pueblo de Boltaña, la Cascada del Confesionario es una joya natural que merece ser explorada. Para llegar, se toma la carretera hacia Sieste y, tras recorrer aproximadamente 4 km, se encuentra un aparcamiento habilitado. Desde allí, comienza una ruta que sigue el cauce del río Sieste, también conocido en este tramo como Barranco de San Martín.
Después de andar unos 40 minutos por el cauce del río Sieste, aproximadamente 6,7 km, con un desnivel positivo de 305 metros, se llega a esta maravilla de la naturaleza.
La cascada, también conocida popularmente como «el Coño del Mundo» debido a la forma de la oquedad por la que se precipita el agua, se encuentra protegida por dos escalones rocosos. La erosión y el paso del agua han esculpido una formación de piedra toba que crea una imagen impresionante. La altura de la cascada es de aproximadamente 30 metros, lo que la convierte en un espectáculo natural digno de admirar.
La mejor época para visitar la Cascada del Confesionario es en primavera y verano, cuando el caudal del río Sieste está en su punto óptimo y las pozas lucen un azul cristalino irresistible y el agua no está tan fría. Durante estos meses, el entorno se llena de vida y es ideal para disfrutar de un refrescante baño en las pozas naturales que se encuentran a lo largo del recorrido.
Más información: Pozas de San Martín y Cascada del Confesionario
Cascada del Chorro

Si alguna vez has buscado una combinación perfecta entre naturaleza y espiritualidad, la Cascada del Chorro en Huesca es ese lugar mágico que lo tiene todo. Ubicada en las proximidades de Yebra de Basa, esta maravilla natural se encuentra en la ruta de las ermitas, un recorrido de aproximadamente 13 km que te lleva por antiguos templos hasta llegar a este impresionante salto de agua.
La caminata, de dificultad fácil, es especialmente recomendable en primavera, cuando el caudal de la cascada es más abundante y el entorno se llena de vida. Durante el trayecto, te encontrarás con las ermitas de San Cornelio y de La Cueva, construidas directamente en la roca, lo que añade un toque místico al paisaje.
La Cascada del Chorro tiene una altura aproximada de 35 metros, lo que la convierte en uno de los saltos de agua más impresionantes de la zona. Al llegar, la vista es simplemente espectacular: ver caer el agua con la ermita de fondo crea una imagen que se queda grabada en la memoria. Es un lugar que invita a la contemplación y al recogimiento, donde el sonido del agua y la historia que envuelve a las ermitas se fusionan en una experiencia única.
Para los amantes del senderismo y la naturaleza, la Cascada del Chorro es una visita obligada en Huesca.
Más información: Ruta de las ermitas de Yebra de Basa y la cascada del Chorro
Cascada de Orós Bajo

Descubrir la Cascada de Orós Bajo, también conocida como Cascada D’os Lucas, fue una experiencia inolvidable. Situada en el Valle de Tena, en la comarca del Alto Gállego, esta joya natural se encuentra a menos de 1 km de la localidad de Orós Bajo, lo que la convierte en una excursión perfecta para una mañana o tarde.
El acceso es sencillo: desde el aparcamiento en Orós Bajo, un sendero de aproximadamente 20 minutos nos lleva hasta la cascada. El camino, aunque corto, es encantador, bordeando el barranco de Os Lucas y atravesando zonas de vegetación y formaciones rocosas.
Al llegar, me encontré con una espectacular cascada de dos saltos encajonada entre paredes rocosas formadas por estratos. El primer salto tiene una altura de 30 metros, seguido por otro de 16 metros, que desembocan en una poza de aguas cristalinas. La formación geológica del lugar, con sus estratos horizontales y plegados, es simplemente fascinante.
La zona es ideal para un baño refrescante, especialmente en los días calurosos de verano. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, debido a su belleza y accesibilidad, puede haber bastante afluencia de visitantes en temporada alta.
Además del baño, el entorno ofrece la posibilidad de practicar barranquismo, y no es raro ver a deportistas descendiendo por las paredes de la cascada.
Cola de Caballo

La ruta hacia la Cascada de la Cola de Caballo es, sin duda, una de las más emblemáticas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Partiendo desde la Pradera de Ordesa, el sendero sigue el curso del río Arazas, ofreciendo un recorrido de aproximadamente 17,5 km ida y vuelta, con un desnivel acumulado de unos 500 metros.
A lo largo del camino, se atraviesan bosques de hayas y abetos, y se pueden admirar varias cascadas impresionantes como la de Arripas, la del Estrecho y las Gradas de Soaso. Estas últimas, con sus formaciones escalonadas, son especialmente fotogénicas y ofrecen un excelente lugar para descansar antes de afrontar el tramo final hacia la Cola de Caballo.
La cascada de la Cola de Caballo, situada al final del valle, es un majestuoso salto de agua que cae desde una altura de aproximadamente 100 metros. Su forma, que recuerda a la cola de un caballo, le da nombre y la convierte en un espectáculo natural incomparable.
Por algo es el lugar más visitado del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y no es para menos. La belleza del entorno, la accesibilidad del sendero y la majestuosidad de la cascada hacen de esta ruta una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
El acceso al inicio de la ruta, en la Pradera de Ordesa, varía según la temporada. Durante los meses de verano y en fechas señaladas, es necesario tomar un autobús desde el Centro de Visitantes en Torla, mientras que en temporada baja se puede acceder en vehículo privado.
Cascada del Sorrosal

Ubicada en el pueblo de Broto, Pirineo Aragonés, la Cascada del Sorrosal es una joya natural que cautiva a todos sus visitantes. Con una altura de unos 100 metros, divididos en dos tramos, este impresionante salto de agua se forma por el río Sorrosal antes de desembocar en el río Ara.
Lo que hace especial a esta cascada no es solo su majestuosidad, sino también su accesibilidad. Desde el centro de Broto, un sendero bien señalizado de aproximadamente 700 metros nos lleva directamente a la base de la cascada en menos de 5 minutos. Este corto paseo es ideal para todas las edades y niveles de condición física, permitiendo que cualquier persona pueda disfrutar de este espectáculo natural sin esfuerzo.
Al llegar, el sonido ensordecedor del agua cayendo y la vista de las formaciones rocosas moldeadas por la erosión durante millones de años crean una experiencia sensorial única. Para los más aventureros, junto a la cascada se encuentra una vía ferrata que asciende por el barranco, ofreciendo una perspectiva diferente y emocionante del entorno.
La Cascada del Sorrosal es un destino imperdible para quienes visitan el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Su belleza natural, combinada con la facilidad de acceso, la convierten en una parada obligatoria para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Cascada de La Larri

La primera vez que oí hablar de la Cascada de La Larri, me intrigó la fama ser uno de los rincones más bonitos de Huesca. Decidí lanzarme a la aventura y fue una de mis mejores experiencias en el monte. El recorrido parte desde el fondo del valle de Pineta y es accesible tras cruzar los preciosos Llanos de La Larri. Estos llanos, situados a unos 1.600 metros de altitud, son un espectáculo por sí mismos, con pastos verdes y rodeados de altas cumbres.
La ruta es sencilla y bien señalizada, de unos 4 kilómetros de ida (aproximadamente 8 km ida y vuelta), con un desnivel moderado, lo que la hace perfecta para casi cualquier persona con ganas de caminar. Al atravesar los Llanos de La Larri, sentí una conexión especial con el paisaje, como si todo el valle cobrara vida. Lo mejor es que el sendero no tiene grandes complicaciones y se puede disfrutar de manera relajada.
Cuando por fin llegué a la Cascada de La Larri, el rugido del agua y la vista de este salto majestuoso, de unos 30 metros de altura, me dejaron sin palabras. No es solo la cascada lo que impacta, sino todo el entorno natural, con verdes praderas, bosques de pinos y el telón de fondo del macizo de Monte Perdido.
Churros de La Grota

Si hay un lugar que me ha dejado sin aliento en el Valle de Pineta, ese es sin duda los Churros de La Grota. Este conjunto de cascadas, también conocido como Cascada de La Grota, se encuentra en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, muy cerca de la Cascada del Cinca.
La ruta para llegar a este paraje comienza en la Pradera de Pineta, donde se puede dejar el coche en un amplio aparcamiento. Desde allí, un sendero bien señalizado nos adentra en un frondoso bosque de hayas y abetos, siguiendo el curso del río La Larri. Tras aproximadamente 1 kilómetro de caminata, el sonido del agua nos anuncia la proximidad de las cascadas.
El ascenso hacia los Churros de La Grota es moderado, con un desnivel positivo de unos 425 metros. A lo largo del camino, se pueden observar varios saltos de agua que, en conjunto, forman este impresionante espectáculo natural.
Al llegar a los miradores naturales que ofrecen vistas panorámicas de las cascadas, uno no puede evitar pensar que este es uno de los rincones más bonitos del Valle de Pineta. La fuerza y la belleza del agua cayendo por las paredes rocosas crean una atmósfera mágica que invita a la contemplación y al disfrute del entorno.
La ruta continúa hacia los Llanos de La Larri, una extensa pradera de origen glaciar rodeada de montañas y salpicada de pequeños arroyos y cascadas. Este lugar es ideal para descansar, hacer un picnic o simplemente relajarse bajo el sol. Desde allí, se puede regresar al punto de inicio visitando la cascada del Cinca, completando un recorrido circular que ofrece nuevas perspectivas del valle y más rincones con encanto.
Cascada de Ardonés

La Cascada de Ardonés, también conocida como cascada del Bom, es uno de los rincones más bonitos del entorno de Cerler. Situada en el Parque Natural Posets-Maladeta, en el Valle de Benasque, esta cascada ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Con una altura aproximada de 50 metros, la cascada se encuentra a una altitud de unos 1.800 metros sobre el nivel del mar. Existen dos rutas principales para acceder a ella:
- Desde Cerler: Una ruta circular de aproximadamente 3 km con un desnivel de 400 metros, ideal para una caminata de una hora. El camino está bien señalizado y pasa por la ermita de San Pedro Mártir, ofreciendo vistas panorámicas del valle.
- Desde la carretera de acceso a la estación de esquí de Cerler: Aproximadamente a 4,5 km de Cerler, se puede dejar el coche en una curva cerrada y caminar 1 km por una pista hasta llegar a la cascada. Esta opción es más rápida y accesible para quienes disponen de menos tiempo.
Durante la caminata, es posible disfrutar de otras dos cascadas: Clotet y Mascarada, que, aunque de menor caudal, complementan la belleza del recorrido. La ruta es apta para todas las edades y niveles de experiencia, convirtiéndola en una opción perfecta para una excursión en familia o con amigos.
Cascada de Escuaín

En el tramo final del barranco de la Garganta de Escuaín, el Río Yaga da forma a uno de los rincones más espectaculares y escondidos del Pirineo Aragonés. A pesar de no ser tan conocido como Ordesa o Añisclo, este paraje es un auténtico regalo para los sentidos. Y lo mejor de todo: hay dos formas distintas de acceder, cada una con su propio encanto.
Yo elegí la ruta que comienza desde la carretera de acceso a Escuaín, perfecta si buscas una ruta más corta, sencilla y directa. Aproximadamente 1 km antes de llegar al pueblo de Escuaín, justo unos 150 metros antes de cruzar el puente sobre el barranco de la Fuente, hay un pequeño ensanche a la izquierda donde se puede aparcar. Desde allí, un panel indica el sendero hacia el Río Yaga.
Antes o después de hacer la ruta, te recomiendo dar una vuelta por el propio pueblo de Escuaín. Es pequeño, tranquilo y auténtico. Allí mismo hay una oficina de información del Parque Nacional, donde además pueden sugerirte otras excursiones, como la breve pero espectacular ruta de los Miradores de Escuaín (también conocida como las proas de O Castiello), o incluso el descenso a las fuentes del Yaga. Esta última opción es más arriesgada, ya que un desprendimiento dañó parte del sendero. Pregunta antes de intentarla, por si ha sido reacondicionada.
La ruta hacia el Río Yaga desde el punto de inicio es corta pero intensa. En apenas 1 km de bajada, se salvan unos 220 metros de desnivel, así que mejor tomárselo con calma. El descenso, que puede hacerse en unos 30 minutos, atraviesa un bosque precioso y justo antes de llegar al río, un pequeño mirador natural nos anticipa la belleza del lugar.
Una vez en el lecho del Yaga, toca remontar el cauce unos 100 metros. Aunque el tramo no es complicado, probablemente te mojes los pies: el agua, como casi siempre por aquí, está bien fría… pero también cristalina y viva.
Este lugar, escondido entre montañas y bosques, es una joya del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Si buscas una experiencia auténtica y menos concurrida, la Cascada de Escuaín es una visita obligada.
Cascada del Aiguallut

Explorar la Cascada del Aiguallut es sumergirse en uno de los rincones más emblemáticos del Pirineo Aragonés. La ruta de 7 km, que transcurre en las inmediaciones del nacimiento del río Ésera, en la cabecera del Valle de Benasque, ofrece una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
El recorrido comienza en La Besurta, a 1.900 metros de altitud, punto de partida habitual para muchas excursiones en el Parque Natural Posets-Maladeta. Desde aquí, el sendero asciende suavemente hacia el Forau de Aigualluts, una impresionante sima kárstica de unos 70 metros de diámetro y 40 de profundidad, donde las aguas del deshielo del Aneto desaparecen bajo tierra para reaparecer en el Valle de Arán.
Continuando la ruta, se llega a la Cascada del Aiguallut, un espectacular salto de agua alimentado por los glaciares del macizo de la Maladeta. El entorno es simplemente sobrecogedor, con vistas al majestuoso Aneto, el pico más alto de los Pirineos con 3.404 metros de altitud.
Podemos continuar la ruta hasta el Plan de Aigualluts, una extensa pradera alpina donde los arroyos serpentean entre verdes pastos, creando un paisaje de postal. Aquí es común avistar marmotas y disfrutar de la flora típica de alta montaña.
El camino prosigue hacia el Collado de La Renclusa, el punto más alto de la ruta a 2.280 metros, desde donde se inicia el descenso hacia el Refugio de La Renclusa. Este refugio, con capacidad para 92 personas, es un punto estratégico para montañeros que se dirigen al Aneto.
Finalmente, el sendero desciende por el barranco de La Renclusa, completando el circuito de regreso a La Besurta. En total, la ruta tiene un desnivel acumulado de aproximadamente 400 metros y se puede completar en unas 3 horas, sin contar las paradas para disfrutar del paisaje.
Es importante destacar que, durante los meses de verano, el acceso en vehículo a La Besurta está restringido, siendo necesario utilizar el servicio de autobuses desde Benasque o el Hospital de Benasque.
Cascada de la Espigantosa

A veces, la montaña también se deja conquistar con suavidad. En una de mis escapadas decidí acercarme a la Cascada de la Espigantosa, un salto de agua impresionante de unos 20 metros de altura, en el Parque Natural de Posets-Maladeta.
Durante los meses de verano, conviene saber que la pista de acceso está cerrada al tráfico y se habilita un autobús lanzadera que parte desde Eriste hasta el inicio de la ruta.
El desvío se toma justo al salir de Eriste en dirección a Benasque: una pista que se abre a la izquierda y comienza a ganar altura enseguida. Aunque no está en perfecto estado —hay un par de tramos sin hormigonar que piden ir con precaución—, con cuidado se puede subir sin problemas con casi cualquier coche.
Una vez aparcado, comienza lo mejor. El camino a pie es corto, cómodo y muy agradecido. En apenas cinco minutos, una pista ancha nos lleva bordeando el curso de la Aigüeta de Eriste hasta dejarnos frente a la Cascada de la Espigantosa: un salto de agua potente, rodeado de bosque, que parece rugir en medio del silencio del valle.
Si te quedas con ganas de más, el sendero no termina ahí. Continúa hacia el Refugio Ángel Orús, punto de partida para quienes se atreven con el imponente Posets, el segundo pico más alto del Pirineo. Pero si solo buscas un paseo corto con recompensa, este rincón es perfecto. Belleza sin esfuerzo.
Saldo de Escarrilla

Siempre que hablo de Escarrilla, no puedo evitar recordar ese bonito rincón próximo a la localidad de Escarrilla. Situado a unos 1.170 metros de altura, este salto de agua es uno de esos lugares que parecen sacados de un cuento. La cascada (conocida localmente como “Saldo de Escarrilla”) se forma gracias al curso del río Escarra, y aunque no es especialmente alta, su belleza y su entorno natural compensan con creces.
Acceder a este rincón es relativamente sencillo. Desde el centro de Escarrilla, solo hay que seguir una ruta de senderismo señalizada que recorre poco más de 3 kilómetros. El camino es de dificultad baja, ideal para familias o incluso para quienes se inician en el senderismo. En una hora estarás frente a esta maravilla natural, escuchando el sonido del agua y respirando el aire puro del Pirineo aragonés.
El Saldo de Escarrilla no es tan conocido como otras cascadas de la zona, pero eso es precisamente lo que le da su encanto. Aquí se respira tranquilidad, y aunque en primavera suele tener mayor caudal, cualquier época del año es buena para visitarlo. Me llamó la atención cómo, incluso en pleno verano, se puede disfrutar del frescor que proporciona la caída del agua.
Si lo tuyo es el senderismo, puedes combinar esta visita con otras rutas cercanas, como la subida al ibón de Piedrafita o los paseos por el valle de Tena. Pero si solo buscas un rato de desconexión, te aseguro que este bonito rincón próximo a la localidad de Escarrilla te conquistará por completo.
Cascadas Gorgas del Alba

Explorar las Gorgas del Alba es una experiencia que combina la belleza natural con la accesibilidad. Ubicadas en el Parque Natural Posets-Maladeta, cerca de Cerler y Benasque, esta ruta circular de aproximadamente 2,5 km es ideal para quienes buscan una caminata sencilla pero gratificante.
El recorrido comienza en el aparcamiento junto al Hotel Turpi, a unos 9 km de Benasque por la carretera A-139. Desde allí, se cruza un puente sobre el río Ésera y se accede al sendero botánico, donde paneles informativos nos guían a través de un bosque de hayas, pinos y abetos. Con un desnivel de apenas 130 metros, lo que la hace apta para toda la familia.
A lo largo del camino, se pueden admirar las impresionantes cascadas formadas por el río Ésera, conocidas como las Gorgas del Alba. Varios miradores estratégicamente ubicados permiten disfrutar de vistas panorámicas de estas caídas de agua, que alcanzan alturas de hasta 20-30 metros. La ruta también ofrece la posibilidad de realizar un breve desvío por un hayedo, especialmente recomendable en otoño por la variedad de colores que ofrece el follaje.
Cascada de Otal

El Valle de Bujaruelo es un hermoso rincón del Pirineo Aragonés, en el que podemos realizar distintas rutas, entre ellas algunas hasta el Valle de Otal y sus cascadas. Desde el Refugio de San Nicolás de Bujaruelo, iniciamos una ruta de aproximadamente 13,5 km ida y vuelta, con un desnivel moderado de unos 315 metros, lo que la hace accesible para la mayoría de los excursionistas.
El sendero comienza siguiendo el curso del río Ara, adentrándonos en un paisaje de bosques y praderas que nos acompañan durante la ascensión. A medida que avanzamos, el entorno se transforma, revelando la majestuosidad del Valle de Otal, un valle de origen glaciar en forma de “U”, flanqueado por imponentes montañas como la Peña de Otal y el Pico Tendeñera.
Al final del valle, tras aproximadamente 1 hora y 45 minutos de caminata, alcanzamos la impresionante Cascada de Otal, situada a una altitud de 1.621 metros. Este salto de agua, alimentado por las nieves del Circo de Otal, ofrece un espectáculo natural que recompensa con creces el esfuerzo del recorrido.
Cascada del Pi

Ubicada en el extremo oriental del Parque Natural Posets-Maladeta, la Cascada del Pi se revela como una joya escondida en el barranco de Salenques, en la comarca de Ribagorza. Este salto de agua, con una caída aproximada de 25 metros, ofrece un espectáculo natural impresionante, especialmente en otoño, cuando el caudal aumenta y el entorno se viste de tonos dorados y ocres.
El acceso a la cascada es relativamente sencillo y apto para la mayoría de los excursionistas. La ruta comienza en el aparcamiento junto al puente de Salenques, siguiendo las marcas del GR-11. Desde allí, se atraviesa un frondoso hayedo que, en otoño, ofrece un espectáculo visual sin igual. Tras cruzar una pasarela metálica sobre el río Salenques, se continúa ascendiendo durante unos 20 minutos, salvando un desnivel de 120 metros, hasta alcanzar la cascada.
La ruta completa tiene una distancia aproximada de unos 6 kilómetros y un desnivel positivo de unos 300 metros, lo que la convierte en una excursión de dificultad baja, ideal para realizar en familia o con amigos.
Salto de Carpin

El Salto del Carpín, una de las cascadas más altas de Huesca con 130 metros de altura, desploma sobre el valle las aguas del Barranco del Cebollar. Ubicada en el Valle de Bujaruelo, en el Pirineo aragonés, esta impresionante caída de agua es una de las cascadas más espectaculares de Huesca. El acceso se realiza desde Torla, siguiendo la carretera del Parque Nacional de Ordesa hasta el Puente de los Navarros. Desde allí, se toma una pista que sube por el cauce del río Ara hasta el Puente de Santa Elena, donde comienza la aproximación a pie.
La mejor época para visitar el Salto del Carpín es entre mayo y septiembre, cuando las condiciones climáticas son más favorables. Es importante tener en cuenta que, en verano, el caudal puede disminuir.
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