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Altea, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

Los 11 pueblos más bonitos de la provincia de Alicante

Alicante, tierra de mar y montaña, de cal y sol, es mucho más que sus famosas playas y su animado litoral. Alejada de la imagen más turística y bulliciosa, la provincia guarda en su interior una colección de pueblos con alma, donde el tiempo se desliza sin prisa y la belleza se muestra con una serenidad que conmueve. Alicante no busca deslumbrar con artificios: lo hace con la autenticidad de sus paisajes, la sencillez de su arquitectura y la fuerza de sus raíces mediterráneas.

Enclavados entre sierras, barrancos, almendros y valles, los pueblos del interior de Alicante son remansos de paz donde aún se escucha el eco de las tradiciones. Aquí, cada piedra tiene memoria, cada rincón guarda un relato, y cada atardecer viste de dorado los tejados encalados. Es una tierra que invita a detenerse, a observar, a respirar con calma.

Recorrer los pueblos más bonitos de Alicante es abrir una puerta a lo esencial: perderse por las calles estrechas de Guadalest, abrazadas por murallas e historia; descubrir el encanto sereno de Biar o Castalla; o dejarse sorprender por la naturaleza que rodea a joyas como Agres, Altea la Vella o Benimassot. Cada uno con su carácter, su luz y su legado.

No es casualidad que algunos de estos lugares hayan sido reconocidos como parte del patrimonio rural más valioso de la Comunitat Valenciana. Porque la belleza de Alicante no grita: susurra, acaricia y permanece en la memoria de quien la descubre

Villena, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

Villena, uno de los pueblos más bonitos de Alicante.

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Recuerda que la belleza de Alicante no está solo en sus costas, sino en sus valles, en sus plazas tranquilas, en sus balcones floridos y en sus pueblos que conservan intacto el sabor de lo auténtico. Déjate sorprender. Vive la otra cara de Alicante. Y llévate su esencia para siempre.

Mapa con los pueblos más bonitos de Alicante

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Pueblos que recomiendo visitar en Alicante

Altea

Altea, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
Altea, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

    Al llegar a Altea, uno siente que ha descubierto un secreto bien guardado entre el azul del Mediterráneo y las suaves montañas de la Sierra de Bernia. Este encantador pueblo alicantino, de casas blancas que se deslizan suavemente hasta el mar, es pura calma mediterránea.

    Su casco antiguo, con calles empedradas, fachadas encaladas y puertas llenas de flores, es un regalo para los sentidos. En lo alto, presidiendo la villa, se alza la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Consuelo, con su icónica cúpula de tejas azules y blancas, visible desde todos los rincones de la bahía. Desde aquí, las vistas al mar y a la costa son sencillamente espectaculares.

    Pasear por Altea es recorrer un pueblo lleno de arte y de historia. En los años 60 y 70 se convirtió en refugio de artistas, músicos y bohemios, y hoy sigue manteniendo ese espíritu creativo, con galerías de arte, talleres de artesanía y rincones llenos de inspiración.

    Además de su casco histórico, sus playas de cantos rodados y aguas cristalinas son ideales para desconectar. A esto se suma una animada agenda cultural y festiva. Entre sus celebraciones más destacadas está el Castell de l’Olla, un espectáculo pirotécnico sobre el mar que se celebra en agosto y deja boquiabierto a todo el que lo presencia.

    Altea es sol, arte, mar y serenidad. Un destino para pasear sin prisa, saborear su gastronomía junto al puerto y dejarse llevar por su luz única. Ideal para quienes buscan belleza, autenticidad y un poco de magia mediterránea.


    Biar

    Biar, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
    Biar, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

      Biar, ubicado en el interior de la provincia de Alicante, es uno de esos pueblos que te atrapan por su mezcla de naturaleza, patrimonio y autenticidad. Rodeado por la Sierra de Mariola, es un paraíso para senderistas y amantes del aire libre, con rutas tan atractivas como Fontanella, Reconco o Penya Tallá.

      Pero si algo impresiona a primera vista es su castillo del siglo XII, encaramado sobre la villa. Declarado Monumento Nacional, su torre del homenaje de 19 metros y las bóvedas de estilo almohade (de las más antiguas de España) te transportan a tiempos de conquistas entre Aragón y Castilla. A sus pies, el casco antiguo amurallado, con portales como el de la Vila o el de la Torreta, invita a perderse entre callejuelas y respirar siglos de historia.

      Biar es también un punto clave en el Camino del Cid y en el Camino de Santiago del Sureste, lo que lo convierte en un alto ideal para los viajeros que buscan cultura y espiritualidad.

      Y si hay una época especial para visitarlo, es en mayo, cuando se celebran sus Fiestas de Moros y Cristianos, una de las más antiguas documentadas de España. Música, pólvora, desfiles y emoción llenan las calles de este pueblo con siglos de tradición.

      Biar es historia viva, naturaleza pura y fiesta con alma. Un lugar perfecto para una escapada que lo tiene todo: castillo, rutas, cultura… y mucho encanto.


      El Castell de Guadalest

      El Castell de Guadalest, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
      El Castell de Guadalest, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

        El Castell de Guadalest es uno de esos pueblos que parecen sacados de un cuento. Enclavado en plena montaña y rodeado de un entorno natural espectacular, este rincón de la provincia de Alicante enamora por su autenticidad y su aire medieval.

        Desde lo alto, el Castillo de San José vigila el valle con majestuosidad. Se accede a él atravesando un túnel excavado en la roca, lo que convierte la visita en una experiencia única. Las vistas panorámicas desde la fortaleza, con el embalse de aguas turquesas al fondo, son sencillamente inolvidables.

        El casco antiguo es una delicia para pasear: calles empedradas, casas blancas, miradores y pequeños comercios artesanales crean una atmósfera que invita a la calma. En la misma plaza central encontrarás la Casa Orduña, una antigua vivienda noble que permite conocer cómo vivían las familias acomodadas de la zona.

        El pueblo también es conocido por sus curiosos museos, como el de Microminiaturas, el de Saleros y Pimenteros o el de Vehículos Históricos, que sorprenden y entretienen a visitantes de todas las edades.

        Rodeado por las sierras de Aitana y Xortà, Guadalest es perfecto para los amantes del senderismo y la naturaleza. Además, si lo visitas en agosto, podrás disfrutar de las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de la Asunción, con pasacalles, verbenas, actos religiosos y un ambiente festivo que llena de vida este encantador rincón.


        Jávea

        Xàbia/Jávea, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
        Xàbia/Jávea, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

          Jávea, o Xàbia, es una joya de la Costa Blanca que conquista a quien la visita. Ubicada entre el imponente Parque Natural del Montgó y el mar Mediterráneo, esta localidad alicantina ofrece una combinación irresistible de naturaleza, historia y cultura.

          Uno de sus grandes atractivos son sus playas y calas. Desde la animada Playa del Arenal, ideal para familias, hasta la espectacular Cala Granadella, considerada una de las más bonitas de España. También destacan Ambolo y Portitxol, perfectas para quienes buscan aguas cristalinas y tranquilidad o practicar snorkel en fondos marinos llenos de vida.

          El casco antiguo de Jávea te invita a perderte por sus callejuelas con casas blancas, ventanas enrejadas y fachadas de piedra tosca. En el corazón del centro se alza la Iglesia fortificada de San Bartolomé, uno de los edificios más emblemáticos. Desde el cercano Cabo de San Antonio, las vistas al mar y a la costa son simplemente inolvidables.

          La gastronomía es otro de sus pilares. Aquí se saborean platos como el arròs a banda, el suquet de peix o la famosa gamba roja, todo ello acompañado de vinos locales que realzan cada bocado.

          Y si visitas Jávea en fiestas, no puedes perderte las Fogueres de Sant Joan, las celebraciones en honor a Jesús Nazareno o los tradicionales desfiles de Moros y Cristianos. Música, pólvora, tradición y alegría llenan sus calles.

          Jávea enamora con su luz, su ritmo tranquilo y ese encanto mediterráneo que nunca pasa de moda.


          La Vila Joiosa

          Villajoyosa​, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
          Villajoyosa​, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

            Villajoyosa, conocida cariñosamente como La Vila, es uno de esos destinos que te conquistan a primera vista. Situada en la comarca de la Marina Baja, este encantador pueblo costero es famoso por sus fachadas de colores vivos que miran al mar y por el ambiente alegre que se respira en cada rincón.

            Su casco antiguo, con calles estrechas y casas pintorescas, invita a pasear sin prisa, descubriendo rincones con historia, como las murallas renacentistas o la iglesia fortaleza de la Asunción, de estilo gótico. Todo ello con el Mediterráneo como telón de fondo.

            Uno de los grandes tesoros de Villajoyosa es su costa, con más de 15 calas y playas de aguas cristalinas, perfectas para el baño o el snorkel. Además, el puerto pesquero y la lonja siguen siendo lugares clave para entender su tradición marinera.

            Y si hablamos de tradiciones, no podemos pasar por alto sus célebres Fiestas de Moros y Cristianos, declaradas de Interés Turístico Internacional. Se celebran a finales de julio y son una auténtica explosión de historia, pólvora y desfiles espectaculares, con un emocionante desembarco en la playa que te dejará sin palabras.

            La gastronomía local también merece una mención especial. Platos como el arroz con boquerones o la pebrereta (un guiso de pimientos y calabaza), se suman a un dulce mundialmente famoso: el chocolate. En Villajoyosa se encuentran varias fábricas tradicionales, y hasta un Museo del Chocolate que es una delicia para los sentidos.

            Villajoyosa es color, sabor y tradición junto al mar. Un lugar perfecto para desconectar y dejarse llevar por la magia del Mediterráneo.


            Polop de la Marina

            Polop, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
            Polop, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
            Bárcena Mayor, escondido dentro del parque natural Saja-Nansa

              Subir hasta las ruinas del castillo de Polop y ver cómo el mar asoma entre montañas me regaló una de las vistas más sorprendentes de todo mi viaje por Alicante. Polop de la Marina es esa mezcla perfecta de pueblo de montaña y esencia mediterránea, a solo unos kilómetros de Benidorm pero con un carácter propio inigualable.

              Su casco antiguo, encaramado al cerro que domina el pueblo, conserva callejuelas empedradas, casas blancas y rincones de auténtica arquitectura tradicional alicantina. Pasear por allí es como recorrer un cuento que habla de tiempos visigodos, árabes y renacentistas.

              Una de las sorpresas más bonitas fue descubrir el cementerio literario en el antiguo Huerto de Cruces, donde se recuerda al escritor Gabriel Miró, enamorado de este lugar. Su presencia sigue viva en la atmósfera del pueblo, sobre todo si visitas la Casa Museo Gabriel Miró, evocadora y profunda.

              Otro emblema imprescindible es la Font dels Xorros, una fuente monumental con más de 200 caños decorados con azulejos que representan pueblos de la provincia. Es ideal para una pausa bajo la sombra y el murmullo del agua, y también un símbolo del valor del agua en esta zona mediterránea.

              En los alrededores, el Monte Ponotx, ese majestuoso relieve conocido por Miró como “el león dormido”, invita a senderistas y amantes de la naturaleza con itinerarios que ofrecen panorámicas de ensueño. Al caer la tarde, esa imagen del mar iluminado entre montañas te deja una huella que no se olvida.


              Villena

              Villena, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
              Villena, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

                Villena es uno de esos lugares que sorprenden por todo lo que guarda entre sus calles. Capital del Alto Vinalopó, esta ciudad alicantina de interior, situada entre montañas y limítrofe con tres comunidades autónomas, es una joya para quienes disfrutan del turismo cultural y festivo.

                Su historia se remonta al Paleolítico Medio, pero su gran tesoro arqueológico es el célebre Tesoro de Villena, uno de los conjuntos áureos más importantes de Europa. No te puedes perder una visita al Cabezo Redondo, yacimiento de la Edad del Bronce que impresiona tanto por su valor histórico como por las vistas que ofrece.

                La ciudad conserva dos fortalezas: el Castillo de la Atalaya, imponente y visible desde varios puntos, y el Castillo de Salvatierra, más antiguo pero igual de interesante. El casco histórico, con sus callejuelas, iglesias y palacetes, merece un paseo pausado.

                Villena es también un lugar con una intensa vida cultural. Si quieres verla en su máximo esplendor, no faltes a sus Fiestas de Moros y Cristianos, del 4 al 9 de septiembre. Son espectaculares, con desfiles llenos de música, color, tradición y emoción. Y si prefieres un viaje al pasado, ven en marzo a sus Fiestas del Medievo, donde el centro histórico se transforma en un auténtico mercado medieval.

                Y para los amantes de la música, no faltan propuestas: desde festivales veraniegos hasta el Villena es Música en junio.


                Castalla

                Castalla, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
                Castalla, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

                  Castalla, situada en el corazón de la comarca de la Hoya de Alcoy, es una joya del interior alicantino que combina historia, naturaleza y tradiciones vivas. Con más de 11.000 habitantes, esta localidad ofrece al visitante un ambiente acogedor y auténtico.

                  Dominando el paisaje desde lo alto de una colina, el Castillo de Castalla es una imponente fortaleza de origen islámico que ha sido testigo de siglos de historia. Sus muros y torres medievales ofrecen unas vistas impresionantes del valle, siendo uno de los principales reclamos turísticos del municipio.

                  El casco antiguo invita a perderse por calles empedradas que esconden joyas arquitectónicas como la Ermita de la Sangre, ejemplo del gótico valenciano primitivo, o la iglesia parroquial, que reflejan la rica herencia cultural de Castalla.

                  Rodeada por las sierras del Maigmó, Castalla y Argueña, la localidad es perfecta para los amantes del senderismo, el ciclismo o simplemente para disfrutar de un paseo entre parajes que cambian de color con cada estación.

                  Las tradiciones festivas son uno de los grandes atractivos del municipio. En septiembre, las famosas Fiestas de Moros y Cristianos llenan las calles de color, música y desfiles que recrean el pasado medieval de la región. También destacan las Carasses, una peculiar fiesta popular donde los disfraces y la música envuelven a vecinos y visitantes en un ambiente único.

                  Y no podemos olvidar la gastronomía: gazpachos, arroces y embutidos se sirven con orgullo en los restaurantes locales, especialmente durante las jornadas gastronómicas de primavera.

                  Castalla es un destino que lo tiene todo: historia, tradición, naturaleza y buena mesa. Un lugar que sorprende y enamora a quien lo visita.


                  Sax

                  Sax, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
                  Sax, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

                    Sax es uno de esos pueblos alicantinos que combinan a la perfección su pasado medieval con el carácter acogedor de sus gentes. Lo primero que llama la atención al llegar es su imponente castillo, levantado sobre una peña que domina el valle del Vinalopó. Esta fortaleza de origen almohade, con su torre del homenaje y vistas espectaculares, es todo un símbolo de la localidad y una visita imprescindible.

                    Pasear por el casco antiguo de Sax es como viajar en el tiempo. Sus calles empinadas, la iglesia de la Asunción y pequeñas plazas con encanto invitan a perderse con calma. Y si eres amante de la historia, no puedes dejar de visitar el Museo Arqueológico Municipal, donde se exhiben hallazgos de la zona que te ayudarán a comprender la riqueza cultural de este rincón de la provincia de Alicante.

                    Uno de los momentos más especiales para visitar Sax es en febrero, cuando se celebran las tradicionales Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Blas. Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Provincial, transforma el pueblo con desfiles coloridos, música, pólvora y un ambiente vibrante que contagia a todo el que la vive.

                    Rodeado de naturaleza, con rutas senderistas y zonas ideales para el turismo activo, Sax es perfecto para quienes buscan historia, fiesta y paisajes mediterráneos en un solo lugar. Un destino que sorprende por su autenticidad y deja huella en el viajero que lo descubre.


                    Teulada

                    Teulada, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
                    Teulada, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

                      Recorrer las calles del centro histórico de Teulada, con sus muros de piedra y detalles góticos bien conservados, fue como caminar por un pequeño recinto amurallado detenido en el tiempo. Situada en el interior de la provincia de Alicante, Teulada forma parte de la Vall de la Marina Alta, un pueblo lleno de historia, arquitectura imponente y viñedos que lo rodean como un manto verde.

                      El casco antiguo gótico amurallado, declarado Bien de Interés Cultural, sorprende desde que entras por la Plaza de los Porches y caminas hacia el Portal de Baix y la calle Colón. A lo largo de las tres calles principales —Dalt, Mig y Baix— se alza un tejido urbano medieval adaptado a la topografía del terreno, con casas y edificaciones que reflejan siglos de cultura y esfuerzo.

                      En el centro destaca la iglesia fortaleza de Santa Catalina Mártir, un templo que combina estilo gótico tardío con funciones defensivas ante los ataques berberiscos. Su arquitectura austera y sólida habla del carácter valiente y comunitario del pueblo. Junto a ella, la Sala de Jurats i Justícies representa otro símbolo del poder local y la actividad económica de la villa en los siglos XVII-XVIII.

                      Entre rincones que me cautivaron, está la Ermita de la Font Santa, dedicada a San Vicente Ferrer, que emergió de una leyenda sobre un agua milagrosa brotando de la roca. Su arquitectura sencilla y su entorno natural invitan a la reflexión y el recogimiento. También la ermita de la Divina Pastora, con su arte renacentista y barroco, aporta serenidad y belleza al recorrido urbano.

                      Y no puedo olvidar mencionar el compromiso reciente con la cultura local: Teulada apuesta por la agricultura y la escultura, con nuevas rutas urbanas y esculturas monumentales que conectan arte, identidad y paisaje.

                      Teulada no tiene mar, pero guarda historia, piedra y viñedos. Aquí el presente vive en armonía con los ecos del pasado, y cada paseo por sus estrechas calles te conecta con una identidad que perdura honesta y auténtica.


                      Benissa

                      Benissa, uno de los pueblos más bonitos de Alicante
                      Benissa, uno de los pueblos más bonitos de Alicante

                        Benissa es uno de esos pueblos que enamoran desde el primer paseo. Su centro histórico, con calles empedradas, casonas de piedra y detalles medievales, te hace sentir que el tiempo se ha detenido. Es el lugar perfecto para dejarse llevar sin prisa, admirando fachadas centenarias y rincones con encanto.

                        Pero Benissa no es solo historia: su litoral, salpicado de calas pequeñas y abruptas, es todo un regalo para los sentidos. Puedes descubrirlas recorriendo el Paseo Ecológico o atreverte con una experiencia de senderismo subacuático, perfecta para conocer de cerca la rica vida marina que esconde este rincón del Mediterráneo.

                        Para los amantes de la naturaleza, Benissa ofrece rutas de senderismo, BTT, ciclismo, hípica o running entre paisajes que cambian de tonalidad con cada estación. Y cuando llega el hambre, su gastronomía local es otro de sus grandes atractivos. No puedes irte sin probar el putxero de polp, un sabroso cocido de pulpo que resume a la perfección su cocina de mar y montaña.

                        Y si lo tuyo son las fiestas, apunta en el calendario: en abril se celebran las Fiestas Patronales en honor a la Puríssima Xiqueta, con desfiles, música y tradición a raudales. Un momento ideal para conocer el alma más festiva y hospitalaria de Benissa.


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